FINAL EN LAS ALTURAS. Mi exploración en Loja no fue demasiado intensa, básicamente porque me esperaban muchos kilómetros para llegar a la costa y necesitaba reponer mis pies. Aun así, me moví un poco por el casco antiguo llegando a apreciar su potencial. Se trata de una ciudad con muchos recursos para el visitante, quizás poco cuidados pero con un encanto especial. Es posible que no se le sepa sacar el partido que tiene, o quizás influyan otras cuestiones que no conozco. Estas cosas me las planteo en el MIRADOR de la Calle Moraima entre momentos de asombro por sus espectaculares vistas.